[SU TRAYECTORIA]: Comité PRO-PAZ (1974 – 1975)
El Comité de Cooperación para la Paz, más conocido como Comité PRO-PAZ, fue creado en octubre de 1973 como un primer espacio de organización y asistencia jurídica y social a los perseguidos, prisioneros políticos y sus familias, en los primeros días de la dictadura. Figuras como el cardenal Raúl Silva Henríquez y el obispo luterano Helmut Frenz fueron y siguen siendo internacionalmente reconocidas.
Desde comienzos de 1974, Fabiola Letelier integra el equipo de abogados que asiste este esfuerzo ecuménico de las iglesias cristianas y la comunidad judía. Primero como abogada externa, luego como parte de la planta permanente del comité.
Con José Zalaquett como coordinador del área jurídica del comité, inicialmente los abogados internos (de planta y jornada completa) fueron Marcos Duffau, Antonio Raveau, Fernando Guzmán, Sergio Concha, y Antonio Cancino. Entre los abogados externos (a honorarios) inicialmente estaban Fabiola Letelier, Roberto Garretón, Andrés Aylwin, Hernán Montealegre, Jaime Lazo, Héctor Valenzuela, Jorge Molina, Sergio Fernández Farías, Rosemarie Bornand, Eduardo Melo, Jorge Sellon, Gastón Harrison, Héctor Paul, Rolando Gaete, Graciela Rafart, Carlos Kunsmuller, Carlos Pizarro. Los procuradores fueron: Verónica Matus, Gloria Torres, Álvaro Varela y Fernando Zegers.
LA LABOR DE FABIOLA
Junto con la presentación de recursos de amparo y las solicitudes de ministros en visita en las distintas causas persecutorias iniciadas por el régimen militar, Fabiola tuvo a su cargo la puesta en marcha del Programa de Indultos del comité, destinado a defender a las personas juzgadas y condenadas por los Consejos de Guerra de la dictadura.
En tal calidad presentó a la Comisión de Indultos del Ministerio de Justicia, las peticiones de conmutación de penas de presidio por la de extrañamiento, dirigidas a obtener la autorización para hacer abandono del país a personas condenadas por los tribunales militares, tramitando más de 70 presentaciones, logrando en la casi totalidad de dichos casos la salida del país de los prisioneros, evitando nuevas torturas, la cárcel y el fusilamiento.
Como era imaginable, el malestar que la acción de este comité generaba al interior de la Junta Militar de gobierno se expresó en múltiples presiones y amenazas que forzaron su cierre. Le seguiría el trabajo de la Vicaría de la Solidaridad, donde Fabiola Letelier también volcó sus esfuerzos por la verdad y la justicia.
Fuente: Boris Hau, «La Fuerza de la vida: la defensa de los derechos humanos del Departamento Jurídico del Comité Pro-Paz y de la Vicaría de la Solidaridad«, pp. 23 – 58. Disponible en el Centro de Documentación del Museo de la Memoria (CEDOC). En línea: http://www.cedocmuseodelamemoria.cl/wp-content/uploads/2012/04/la-defensa-de-los-ddhh-del-Comite-Pro-Paz-y-la-Vicaria-de-la-Solidaridad.pdf